Una de las discusiones más frecuentes que tenemos en una mesa es cuando vamos a elegir la ensalada. Están los partidarios de la versión clásica con su tomate, cebolla y atún; tenemos los frugales, que incorporan un toque de frescura a tanto verde; también se encuentra los que le dan el toque diferente con los brotes o frutos secos. Hay mucha variedad y todas son buenas.
Ante esta situación, suele ocurrir que al final o bien no se pida ninguna o una diferente cada uno, con el consiguiente enfado del resto pues solo se trataba de un entrante y con tal cúmulo de vegetales apenas queda ni hueco en el estómago ni ganas de abrir más la cartera.
Es una buena ocasión para tener un talante mediador y lograr que la elección por una u otra versión, no sea motivo para amargar una buena velada.
Todo el mundo debería tener un espíritu de conciliación y no cerrarse a una sola banda, por lo que no vendría mal recibir unas buenas clases en cuestión de mediación.
Consejo Mediador: Como diría Juan Jose “una ensalada es como un acuerdo, no todos los ingredientes gustan a todos por igual".
4 comentarios:
Tampoco es cuestíón de ceder en todo en una mediación, tiene que existir un límite
En una mediación quién es el vinagre
Por supuesto , como todo en la vida , hay unos topes
El vinagre no siempre es un problema ,, es un ingrediente fundamental en la ensalada ,, sin su presencia se queda la comida Sosa , sin vida
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