miércoles, 18 de diciembre de 2013

Mediando en la Cesta de Navidad

La cesta de Navidad tiene sus raíces en las canastillas que antiguamente usaban los campesinos para entregar los aguinaldos. Hasta hace tiempo era una tradición que hoy se va perdiendo, bien por la crisis o por la poca gracia que tenía el que seleccionaba el producto. 

La cesta fue también el origen de la línea blanca pues las marcas que aparecían en ella no las conocía ni el Grissom del CSI, ahora eso si, eran las primeras que te daban cuando ibas de visita a una casa pasado los reyes.

Tiene que ser difícil la elección y para ello vendría muy bien contratar los servicios de un mediador que optaría por la siguiente solución:

Método Harvard
Da igual lo que pongas, lo importante es que tengan cestas.

Método Transformativo 
Hay que mentalizar a los empleados que lo importante no es el contenido sino el cariño que la empresa tiene hacia ellos.

Método Narrativo
Jefe y empleados hablan de sugerencias y pactan que menos cosas pero buenas, eso sí, el jamón para otro año.




Consejo Mediador: En el arte de pedir está la virtud de no dar.

11 comentarios:

Anónimo dijo...

En una cesta lo importante es que no entre productos incompatibles o uno podrido que arruine al resto

JUANCHO dijo...

CUAL SERIA TU CESTA ?

Anónimo dijo...

Me parecen una horterada

Anónimo dijo...

Estoy de acuerdo con el método transformativo, me parece el más razonable

Anónimo dijo...

Ni una cesta más, para eso ya está la paga extraordinaria

Anónimo dijo...

Te queremos en Cádiz mediando

Anónimo dijo...

O en el Rio San Pedro

Anónimo dijo...

Pero ven ya

Anónimo dijo...

Consensuar, transformar, mediar... ¿Y dónde queda eso de 'a caballo regalado no le mires el diente'?, ¿o aquello de 'a buen entendedor pocas palabras'?
Por cierto, espero que mi recomendación cárnica fuera acertada para la noche bilbaína y que ésta acabara como debe de ser, con un buen brindis. Sentí perdérmelo, pero Manuela y su siglo me llevaron por otros caldos.

Mediando en la cocina dijo...

Una que tuviera un lomo ibérico pequeñito, una morcilla serrana y una par de latas de conservas o paté.

Mediando en la cocina dijo...

Buenos dias Inma, estuvimios en Atea, con un pequeño grupo. Muy buena elección . Sigo buscando el libro por aqui. Muchas gracias por tu comentario.